Contaminación ambiental
Existen numerosos estudios que demuestran mayor riesgo de padecer malformaciones cardíacas por contaminantes aéreos, el aumento de riesgo es pequeño pero consistente. Se ha demostrado la relación con algunos gases como el monóxido de carbono (CO), ozono (O3), el dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx), pero también con las partículas en suspensión menores de 10 µm (PM10, PM2,5). Existen algunos estudios que no han encontrado esta asociación, pero la evidencia parece clara.Algunos puestos de trabajo pueden suponer un riesgo por la exposición a productos como disolventes orgánicos usados en pinturas, barnices, tintas de impresión, pegamentos, limpieza en seco, combustibles, etc. La exposición laboral a metales pesados y cianuro es igualmente peligrosa. Existen dudas sobre los ftalatos, bifenilos policlorados (comercio prohibido) y alquilfenoles pues un único estudio ha encontrado una asociación débil entre estos y las cardiopatías congénitas.
Dado que en las grandes ciudades pueden existir periodos de aumento de dichos contaminantes, juega un papel importante la acción de los ayuntamientos y gobernantes a la hora de tomar medidas para controlar el riesgo que suponen.
Edad de la madre y del padre
Aumenta el riesgo de cardiopatías congénitas al tener hijos a edades extremas (ya sean por jóvenes o por mayores). No solo cuenta la edad de la madre, también influye la edad del padre.Parece que las mujeres demasiado jóvenes tienen más riesgo de que sus hijos padezcan atresia de la válvula tricúspide o retorno venoso pulmonar anómalo total (RVPAT). Las mujeres de edad avanzada tienen aumentado el riesgo de hijos con defectos en la pared que separa las aurículas (CIA) y los ventrículos (CIV), coartación de aorta, transposición de grandes arterias (TGA), anomalía de Ebstein de la válvula tricúspide y Tetralogía de Fallot.
Los hombres de edad avanzada tienen con más frecuencia de lo normal, descendientes con malformaciones cardíacas, como CIV.
Sobrepeso y obesidad
Varios estudios han demostrado que un índice de masa corporal superior a 25 kg/m² se asocia con un mayor riesgo de tener un hijo con una cardiopatía congénita. Se habla incluso de que el grado de obesidad podría asociarse con determinadas cardiopatías, pero existen pocos estudios para verificarlo.Aunque algunos artículos más antiguos no encontraban esta asociación, los más actuales parecen consistentes. Y la explicación podría ser simple. Las ecografías fetales son, por norma general, más difíciles en mujeres con sobrepeso-obesidad, por lo que el diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas es más difícil de realizar y por tanto hay menos interrupciones médicas del embarazo.
Así que probablemente el exceso de peso no es el culpable de las malformaciones, si no que somos menos capaces de detectarlas por las limitaciones de la ecografía.
Alcohol, tabaco y otras drogas
Si la contaminación es nociva, inhalar humo de tabaco no podía ser bueno. Curiosamente, ha sido más complicado demostrar la asociación del tabaco con las malformaciones cardíacas que con la contaminación ambiental, aunque actualmente no queda margen para las dudas.El tabaco se asocia con malformaciones tipo CIA, CIV, estenosis valvular pulmonar y canal atrioventricular. También cuando el padre u otros convivientes fuman, aumenta el riesgo. Beber alcohol durante el embarazo es peligroso, además de otros muchos problemas, puede producir malformaciones cardíacas tipo CIA, CIV o transposición de grandes arterias. Y una vez más el consumo de alcohol por parte del padre también se asocia con más riesgo de CIV, aunque no se conoce el mecanismo.
En cuanto a otras drogas ilegales, tanto el consumo materno como paterno se ha asociado con cardiopatías congénitas. Entre otras la marihuana, la cocaína y las metanfetaminas consumidas tanto por el padre como por la madre se asocian con más malformaciones cardíacas en el bebé.
Déficit de ácido fólico, vitamina B12 y homocistinuria
Los folatos (como el ácido fólico o vitamina B9) y la vitamina B12 tienen un factor crucial en el desarrollo del embrión. Su déficit puede conducir a un aumento de homocisteína que daña las células cardíacas durante su formación (hiperhomocisteinemia).Incluso sin llegar a este límite, suplementos de ácido fólico hasta el final del primer trimestre han demostrado reducir las malformaciones cardíacas, además de los beneficios ya conocidos en el desarrollo del sistema nervioso y el cerebro.
Infecciones durante el embarazo
Algunas infecciones con nombre propio como la Rubeola son muy bien conocidas como factores de riesgo para la aparición de malformaciones cardíacas durante el embarazo. Tanto es así que el síndrome de infección congénita por Rubeola se define clásicamente por afectación de tres sistemas: oído, ojo y corazón. Por este motivo la vacuna triple vírica, que contiene virus vivos atenuados está contrainidicada durante el embarazo.Se han estudiado muchas otras infecciones, desde infecciones respiratorias a infecciones urinarias y vaginosis por Chlamydia. Nada de esto ha demostrado su asociación a las cardiopatías congénitas, quizá el Coxackievirus plantea algunas dudas pero su papel no parece relevante.
Diabetes
La diabetes mal controlada durante el embarazo es sin duda un factor de riesgo importante de aparición de cardiopatías congénitas. A veces, a pesar de todo el esfuerzo y el mejor tratamiento resulta difícil lograr un control óptimo de las cifras de glucosa y en estos casos es especialmente importante realizar un seguimiento estrecho del embarazo por un cardiopediatra y una ecocardiografía al nacimiento.Casi cualquier cardiopatía congénita se ha asociado a la diabetes incontrolable durante el embarazo. Por eso es importante para las mujeres diabéticas que planean quedarse embarazadas conocer cómo se afectará su metabolismo durante el embarazo y cómo deben adaptar sus dosis de insulina.
Estrés
Todavía existen pocos artículos al respecto, pero varios estudios relacionan eventos estresantes durante el embarazo con un aumento en el riesgo de malformaciones cardíacas. Se cree que el aumento de glucocorticoides y catecolaminas por el estrés podría ser la clave.Medicamentos
Lo he dejado para el final, porque quizá sea el más obvio y el más conocido. Hay numerosos medicamentos con capacidad para producir malformaciones en el desarrollo del feto, los conocemos como teratógenos. Es importante conocerlos y evitarlos cuando sea posible durante el embarazo.Se debe consultar con un médico cuando una mujer que desea un embarazo está tomando litio (riesgo de anomalía de Ebstein), corticoides, antiepilépticos (como carbamacepina o ácido valpróico) o antidepresivos.
Los antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno...) pueden provocar un cierre prematuro del ductus arterioso, una estructura que garantiza la adecuada oxigenación del feto. Si se cierra antes del nacimiento, o incluso si se estrecha lo suficiente, puede resultar peligroso.
Lupus y síndrome de Sjögren
Aunque no producen malformaciones cardíacas visibles, la presencia de anticuerpos anti-Ro y anti-La en la sangre materna pueden afectar a los circuitos eléctricos del corazón, produciendo bloqueos en la transmisión de las señales. En muchas ocasiones de forma transitoria, pero también pueden resultar en interrupciones definitivas de estas señales, que impiden la contracción correcta del músculo cardíaco.Revisado en mayo 2017
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